22 de septiembre de 2008

El éxito mas grandioso de la humanidad


 

Recordando una de las frases mas celebres de Theodor Herzl: "En Basilea fundé el Estado Judío...Quizás dentro de cinco años, seguro dentro de cincuenta, todos lo sabrán" y después de vivir seis años en este Estado de Israel percibo la evidente realidad de que la concreción de su gran sueño es el éxito mas grandioso que logra la humanidad en la historia contemporánea. Afirmo mi conclusión, aportando solamente cinco sencillas pruebas, reales y concretas, elegidas al azar entre cientos de miles, que demuestran mi convencida afirmación.

 

1- El profesor Dan Zaslavsky y otros investigadores del instituto científico Technion, de Israel, están trabajando en el proyecto de la "Energy Tower" desde 1983, diseñado un generador que podría generar más de 15 veces la electricidad que necesita todo el planeta, solucionando la gran demanda de energía que necesita la humanidad para reemplazar el uso del cada vez mas costoso y contaminante petróleo, el costo seria de un tercio de lo que requiere generar energía eléctrica en la actualidad, resultando aún más económica que la energía solar tradicional y la energía eólica. Además es un excelente método de desalinización del agua de mar para convertirla en agua de riego para la agricultura y la industria. Y por si esto  fuera poco,  esta Torre de Energía puede ayudar a enfriar el planeta ya que podría ser capaz de revertir los efectos del calentamiento global.


Going electric with the 'Energy Tower'

 By Deborah Frenkel   

 

2- Ilan Ramon fue coronel de la Fuerza Aérea Israelí y astronauta de la NASA. Falleció en la tragedia del Columbia el 1 de febrero de 2003 sobre el sur de los Estados Unidos.

La Misión STS-107 Columbia de 16 días de duración estuvo dedicada a la investigación científica, la tripulación llevó a cabo y de manera exitosa cerca de 80 experimentos. La misión terminó en tragedia cuando el Transbordador Espacial Columbia se desintegró durante la reentrada sobre el cielo del suroeste de los Estados Unidos cuando sólo faltaban 16 minutos para el aterrizaje. Tiempo antes, Ilan se comunicó con Yad Vashem para recibir un objeto relacionado con el Holocausto para llevar al espacio, debido a la significancia del Holocausto para él como israelí y judío. Personalmente, el Holocausto fue aun más significativo para Ramon, ya que su madre es sobreviviente de Auschwitz, y su abuelo y otros miembros de la familia perecieron en los campos de concentración. Yad Vashem eligió al cuadro Moon Landscape-Paisaje Lunar, de un joven judío de 14 años, Petr Ginz, durante su prisión en el ghetto de Theresienstadt, que desde las profundidades de su imaginación viajó a lugares tan remotos.

Petr Ginz fue un joven talentoso, que además de pintar escribió cuentos, artículos y poesía, y siguió creando después de ser deportado al ghetto en 1942. En 1944 fue asesinado en Auschwitz. Una interpretación a esa pintura es que el joven quiso alejarse de la Tierra, donde su vida corría peligro.

Ilan Ramon dijo, "Siento que mi vuelo especial es la realización seis décadas después del sueño de Petr Ginz, un sueño que es la prueba ultimativa de la grandeza del alma de un joven preso dentro de los muros del ghetto, pero que no lograron conquistar su espíritu, y sus obras, preservadas en Yad Vashem son un testimonio del triunfo de ese espíritu".

"El Paisaje Lunar conecta el sueño de un muchacho judío que es el símbolo del talento perdido en el Holocausto, con el viaje de un astronauta judío, que es el símbolo de nuestro renacimiento "

Global Jewish-Agenda.



3- Stanley Fischer es economista y actual gobernador del Banco de Israel. Nacido en Zambia, obtuvo su B.Sc y M.Sc en la London School of Economics entre 1962 y 1966 y su Ph.D. en el MIT en 1969, todos ellos en economía. Profesor en el MIT habiendo escrito allí dos libros de texto reconocidos de economía: Macroeconomía (con Rudiger Dornbusch y Richard Startz) y Lectures on Macroeconomics (con Olivier Blanchard). Vice presidente de economía del desarrollo y principal economista del Banco Mundial. Primer subdirector gerente del Fondo Monetario Internacional. Vice presidente de Citigroup, presidente de Citigroup Internacional y director del grupo de clientes de sector público.

Actualmente es gobernador del Banco de Israel desde el 1o. de mayo de 2005. El Sr. Fischer tiene, según la prensa israelí, conocimiento básico de hebreo y vínculos estrechos con Israel. Fischer se ha hecho ciudadano israelí, ejercitando su derecho como judío de hacerlo según la Ley de la Retorno. Esta acción es un requisito previo al mencionado nombramiento. Se convierte así, un emblema de la extraordinaria inserción económica de Israel en la economía global, una de las grandes maravillas de nuestro pequeño gran país.

 

De Wikipedia.

 

4- Cirujanos cardíacos israelíes y palestinos operaron el miércoles en equipo a tres niñas pequeñas de la Franja de Gaza, los médicos dijeron que las vidas de las niñas -de 7 y 4 años y de 8 meses- habrían peligrado sin estas operaciones. Al bebé le hicieron una operación a corazón abierto para corregirle un defecto cardíaco congénito, y a las otras dos les cerraron orificios en el corazón. Las tres intervenciones tuvieron éxito y las pequeñas se reponen satisfactoriamente.

En muchos países del mundo nacen niños con insuficiencias cardíacas. Estos chicos, que transitan inexorablemente hacia una muerte lenta, tienen muy pocas expectativas de vida sin una intervención quirúrgica oportuna y un tratamiento adecuado.

Los médicos pertenecen a un grupo humanitario israelí llamado Salva un Corazón Infantil (Save a Childs Heart), que trata a niños con dolencias cardíacas en zonas de conflicto o donde no hay atención médica especializada.

Los médicos definieron esta situación como de urgencia inmediata, por lo que las madres de estos bebés apuestan con una gran dosis de esperanza en este viaje al Hospital, de no más de 60 kms desde Gaza al Centro Wolfson en Holon, aunque para algunos signifique una larga travesía al exterior. Las diferencias políticas y culturales se dejan de lado: familias palestinas son atendidas por médicos judíos en un hospital israelí.

"Las madres palestinas me comentan que el trato que reciben es maravilloso y que no hacen ninguna diferencia entre chicos palestinos y chicos israelíes", dijo Jonathan Miles, voluntario americano cristiano.

Los cirujanos y asistentes de Sach's, alrededor de 70 personas que en su mayoría son voluntarios, realizan anualmente unas 200 operaciones de corazón y hasta el momento se calcula que en cuanto a resultados médicos el éxito alcanza el 97%.

Desde su fundación en 1996, Salva un Corazón Infantil ha tratado a 900 niños de Gaza y más de 1.000 de Irak y otros estados árabes que no tienen relaciones con Israel. Los pacientes, desde bebés a adolescentes, vienen de países como China, Congo, Ecuador, Etiopía, Ghana, Jordania, Kinshasa, Moldavia, Nigeria, la Autoridad Palestina, Rusia, Ucrania, Vietnam y Tanzania.

En un mundo cada vez más complejo y difícil, estos chicos son tratados en Israel sin distinción de razas y credos, ideologías y posiciones económicas. Cada una de estas operaciones cuesta más de 10.000 dólares. La gente que trabaja para Sach's ha sabido recolectar los fondos necesarios. Con cada operación exitosa que se realiza se planta un árbol. Un árbol que cuesta 19 dólares. 19 dólares que ayudar a salvar vidas.

 

Gaza Girls in Israel for Heart Surgery - washingtonpost.com

The Associated Press- By IAN DEITCH

 

5- El 18 de noviembre de 1994, el violinista Itzhak Perlman entró al escenario para dar un concierto en el "Avery Fisher Hall", del Lincoln Center de la ciudad de Nueva York.


Si alguna vez ustedes estuvieron en un concierto de Perlman, ustedes sabrán que llegar al escenario no es un pequeño logro para él. El tuvo polio cuando fue niño, tiene ambas piernas sujetas con sendas ortesis y camina con la ayuda de dos muletas.


Verlo cruzar por el escenario dando un paso por vez, costosa y lentamente es una visión asombrosa. Él camina penosa pero majestuosamente hasta que llega a su silla. Entonces se sienta lentamente, pone sus muletas en el suelo, afloja los sujetadores de sus piernas, toma un pie hacia atrás y extiende el otro hacia adelante, entonces se inclina y levanta el violín, lo pone bajo su mejilla, hace una señal al director y comienza a tocar.


Hasta ahora la audiencia está acostumbrada a este ritual. Ellos permanecen sentados mientras él hace su trayecto hasta su silla. Permanecen reverentemente silenciosos, mientras él afloja los sujetadores de sus piernas... Aún esperan hasta que esta listo para tocar.

Pero esta vez algo anduvo mal.

 

Justo cuando terminaba sus primeras estrofas, una de las cuerdas de su violín se rompió. Pudimos escuchar el ruido, saltó como un tiro atravesando el salón. No había equivocación sobre lo que ese sonido significaba. No había tampoco dudas sobre lo que él tendría que hacer. Los que estábamos allí esa noche, pensamos: "tendrá que levantarse, ponerse los bragueros nuevamente, levantar las muletas y arrastrarse fuera del escenario ya sea para encontrar otro violín, o encontrar otra cuerda para el suyo".

 

Pero él no lo hizo. En su lugar, esperó un momento, cerró sus ojos y luego hizo la señal al director de comenzar nuevamente. La orquesta comenzó, y él tocó desde el punto en el que se había detenido. Y tocó con tanta pasión, y tanto poder, y tanta pureza, como nosotros nunca lo habíamos escuchado antes.

 

Por supuesto todo el mundo sabía que es imposible interpretar un trabajo sinfónico con solo tres cuerdas. Yo sé eso, y seguramente muchos de ustedes sabrán eso. Pero esa noche Itzhak Perlman rehusó saberlo.

 

Ustedes hubiesen podido verlo modulando, cambiando, recomponiendo la pieza en su cabeza. En un punto, eso sonó como si él estuviera sacando el tono de la cuerda que se había roto y consiguiendo nuevos sonidos que ellas nunca habían hecho antes jamás.

 

Cuando terminó, hubo un impresionante silencio en la sala, y entonces la gente se levantó y lo aclamó. Hubo un extraordinario aplauso proveniente de cada rincón del auditorio. Estábamos todos de pie gritando y animando, haciendo todo lo que podíamos, para demostrar cuánto apreciábamos lo que él acababa de hacer.

 

El sonrió, se secó el sudor de sus cejas, detuvo su inclinación para aquietarnos y luego dijo, no con presunción, sino en un tono reverente, pensativo, calmo, "Saben,... algunas veces... la tarea del artista es descubrir cuánta música uno puede hacer con lo que aún le queda".

 

Qué maravillosa línea!. Ha permanecido en mi mente siempre desde que la escuché. Y ¿quién sabe? Tal vez es la definición de la vida, no sólo para los artistas, sino para todos nosotros.

 

Aquí hay un hombre que se ha preparado toda su vida para hacer música con un violín de cuatro cuerdas, quien, repentinamente, en medio de un concierto, se encuentra con sólo tres cuerdas, así que realizó música con tres cuerdas. Y la música que hizo esa noche con sólo tres cuerdas, fue más hermosa, más sagrada, y más memorable, que ninguna que haya hecho jamás, cuando él contaba con un violín de cuatro cuerdas.

 

Así que, tal vez, nuestra tarea en este mundo que vivimos, confuso, inestable y que cambia velozmente sea hacer música, al principio con todo lo que tenemos, y luego cuando eso no es más posible, hacer música con todo lo que nos quede.

 

Desconozco su autor.

 

Estas cinco sencillas pruebas que presento son cinco verdaderos modelos, elegidos al azar entre cientos de miles, testigos fieles de que este gran sueño de Theodor Herzl se ha convertido inexorablemente en el éxito histórico mas grandioso de estos últimos tiempos, quizás solo faltaría un pequeño milagro adicional, de que nosotros mismos y la humanidad toda, simplemente, lo valoren en su verdadera dimensión.

 

Dr. Guido Maisuls

guidomaisuls@gmail.com

 



3 de septiembre de 2008

No soy ningun heroe.

 
Opiniones
Jack Fuchs
 
 
 
"no soy ningún héroe. He sobrevivido porque he sobrevivido, pero la gente no escucha. Entonces me dicen héroe"
 
 
 
 
 
 

No agachare mi cabeza....


Opiniones
Zeev Jabotinsky
 

 
 
"No agachare mi cabeza ante nadie... pues Dios me hizo derecho". 

 

 

2 de septiembre de 2008

Visperas del otoño

Vísperas del otoño, 1939
 
 
 Por Jack Fuchs * 
 
Está a punto de llegar el otoño de 1939. Como todos los años, Polonia se prepara para recibir el largo invierno. Pronto, la nieve y las heladas van a cubrir los pastos, los ríos se congelarán durante los próximos seis meses. El verano concluye, los campesinos recogen las cosechas, se aprovisionan para el frío. Nadie lo sabe todavía, pero el otoño y el invierno de  este año no van a durar seis meses, van a durar seis años.
 
El verano del '39 fue el último. Los niños ya no volvieron a ver cómo crecen las manzanas, cómo caen las peras maduras, cómo huelen los ciruelos. El gueto empezó pronto. La ciudad se nos cerró. Yo vivía en Lodz, ciudad de olores y suciedades de la industria. En agosto de ese año fui por última vez al aire libre, el sol, la diversión y los juegos de vacaciones. Una casa precaria, rodeada de plantaciones frutales; el dueño alquilaba habitaciones, mi padre solía llevarnos unos pocos días, "para que los chicos corran y disfruten del paisaje". Nadie pensó que esa era la última vez.
 
Aquí, en Buenos Aires pronto va a terminar el invierno. Leo la prensa, me sorprende  que el mundo entero sufra, se conmueva por los 118 marinos rusos  que están atrapados en un submarino nuclear hundido. Me sorprende la expectativa acerca de si van a salvarse o no, me asombra la inquietud con que la opinión pública pregunta cómo van a morir e imagina lo atroz de esas muertes. Me digo: esta es la diferencia entre la guerra y la paz. Del '39 al '45 murieron diez millones de personas por año. Y sin embrago hubo una gran indiferencia. La guerra naturaliza la muerte. La vuelve abstracta e impensable. La guerra justifica todo. Es el más cruel de los crímenes, se ampara en la necesidad, en la apariencia de "valores supremos", la patria, el territorio, las riquezas, y es la coartada que no tiene ningún otro fundamento más que el de activar una voluntad humana de destrucción, es la perfecta excusa para matar.
 
Las reglas de la guerra, contra lo que se piensa, también revelan ese fondo de crueldad. Está prohibido bombardear un hospital, eso dicen las reglas, los hospitales pintan una gran cruz roja en el techo para que los aviones los reconozcan y no los tomen por blanco. Las leyes de la guerra prohíben bombardear un sitio donde hay personas heridas, enfermas, agonizantes. Pero se permite y estimula que las bombas caigan sobre edificios civiles, sobre los cuarteles donde hay muchachos de 18 a 22 años, jóvenes, saludables, dueños de una vida por venir.
 
Todas la guerras, aunque los contextos históricos o políticos sean diferentes, tienen algo en común: matar y dejarse matar.  La violencia, la guerra, son objetos de investigación. La historia, la antropología, la psicología, la sociología se ocupa de estudiarlas. Hay explicaciones muy diversas, muy sesudas y muy disparatadas. Acerca de la Segunda Guerra se escribieron más de 40 mil libros. Se trata de entender lo que no se da al entendimiento, siempre queda un contenido, un resto indecible; la crueldad de la guerra propone un enigma que no se resuelve.
 
Recuerdo que nos enseñaban que el hombre educado, el hombre culto, mejor preparado para la vida, era a su vez quien en mejores condiciones estaba para vencer la violencia natural. Es un lugar común del hombre ilustrado suponer que la violencia, la crueldad son rasgos bárbaros, primitivos. Sin embargo, no reconozco ningún progreso entre matar a golpe de lanzas y matar en la cámara de gas.  Es la misma barbarie, con la obvia distinción que introducen las técnicas, más o menos sofisticadas. Siegue siendo, o es más bárbara por más mediación ilustrada que consideremos, una civilización que mata a punta de misil, con bombas atómicas o prodigiosos instrumentos del refinamiento industrial o técnico.
 
Siempre me enseñaron que la sabiduría, el conocimiento, hace mejor al hombre. Pero hubo personas, celebridades muy bien educadas, eruditos e intelectuales que justificaron el nazismo y lo elevaron a rango filosófico. Entre los verdugos, se sabe, había lectores de Goethe y grandes conocedores de la música de Wagner. Gente culta.
 
También es cierto que hubo intelectuales que escaparon trágicamente del nazismo o que murieron en defensa de sus derechos. El santo y el diablo luchan por sus convicciones. Pero el saber no garantiza nada. Si en la ignorancia alguien desconoce o relativiza la barbarie nazi, nadie se asombra; pero si lo dice el Gran Rabino Josef, un hombre de saber, gran conocedor de la Cábala y los textos sagrados, entonces la alarma recorre el mundo.
 
No busco dar una imagen de la guerra, renuncio a definir qué es la guerra. Pero cuando llega el 1 de septiembre, ahora que han transcurrido 61 años, uno contempla el mundo e intenta reflexionar sobre el pasado. Y el pasado se presenta como repetición. A mis 76 años, y en vísperas de aquel otoño, sigo haciéndome las mismas preguntas que cuando era un muchacho de 14 o 15 años. Me pregunto por el mal, por esa fuerza humana de destrucción y autodestrucción, me pregunto si alguna vez se podrá llegar a una conclusión o si, por el contrario, no hay término, no hay fin para esta pregunta.
 

 * Sobreviviente del Holocausto.